Los adelantos técnicos que se han desarrollado durante los últimos años en el sector agroalimentario en todo el planeta han permitido alcanzar cotas de productividad nunca imaginables por las empresas del sector.
Los cultivos y la ganadería a gran escala, beneficiados por el desarrollo de la maquinaria agrícola y ganadera orientada a grandes producciones, el control de la climatología para los cultivos bajo invernadero y para el ganado en naves, el uso de derivados del petróleo para la obtención de abonos y productos fitosanitarios que controlen plagas y enfermedades en plantas, el desarrollo de piensos, componentes hormonales y antibióticos para los animales, la aparición de plantas transformadas genéticamente (plantas transgénicas) que aumentan su rendimiento (productividad, resistencia, etc.), y otros avances en la ciencia y en la técnica, permiten duplicar a nivel mundial las cifras cuantitativas de productos agrícolas y ganaderos de hace unas décadas.
Pero, ¿ésta mejora en la productividad nos beneficia? Quizás sí, si pensamos que al obtener mayor cantidad de productos se abaratan los precios y permite de esta manera que un mayor número de personas pueden acceder a productos agrícolas y ganaderos… pero ésto no siempre es así. La última palabra la tienen los Mercados.
Ahora bien, ¿y qué pasa con la calidad de estos productos agrarios? En el sector agroalimentario, la productividad de las grandes empresas está más orientada hacia la cantidad que hacia la calidad de los productos, de esta manera dirigen la investigación y el desarrollo hacia los monocultivos (soja, colza, cebada, millo transgénico, etc.) que ocupan grandes extensiones, eliminando otros cultivos y especies menos productivas con la consecuente pérdida de semillas y el empobrecimiento de la biodiversidad agraria. El uso excesivo de abonos químicos y pesticidas para mantener la productividad de los cultivos a gran escala genera productos agrarios con trazas de elementos perjudiciales para la salud y contamina suelos y acuíferos. De la misma manera, en la ganadería extensiva con su hacinamiento en pequeños espacios y el consumo de aditivos hormonales y fármacos, generan alimentos poco saludables.
La alternativa, según Luis Ferreirim (Responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España) es, un modelo que garantice alimentos y productos saludables para hoy y mañana, que proteja los suelos, el agua, el clima y la biodiversidad, que genere empleo, que sea motor de desarrollo rural, que asegure cultivos resistentes, que no contamine el medio ambiente con productos químicos o transgénicos y que responda a una necesidad imperante de soberanía alimentaria por parte de los pueblos, es decir, la agricultura y ganadería ecológica.
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- Arveja
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- Chícharos
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- Lenteja de Lanzarote
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- Millo de Lanzarote
Comenta: ¿Qué otros modelos propones? ¿Crees que puede ser compatible un modelo productivo agrario en cantidad y calidad?
En la isla de Lanzarote, ¿qué opinas sobre la implantación de invernaderos agrícolas en diferentes zonas? ¿se aumentaría la productividad de los cultivos? ¿impactaría en gran medida en el paisaje insular?
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Sinergia Insular 
Mañana sábado, 25 de mayo de 12:00 a 13:00 h. en la Calle Real (zona del Cabildo viejo) Arrecife. Lanzarote. Marcha mundial contra Monsanto. Contra la apropiación de los alimentos, contra la manipulación y los transgénicos. Por la soberanía alimentaria.
¡Infórmate! http://www.ecoagricultor.com/2013/05/marcha-monsanto/
¡Les esperamos!
Gracias por la información compañeros y compañeras de la Asociación de Agricultura y Ganadería Ecológica de Lanzarote La Tanganilla.
Les recomendamos leer también el artículo aparecido en ECO Agricultor sobre «La vulneración constante de nuestra soberanía alimentaria»
http://www.ecoagricultor.com/2013/02/la-vulneracion-constante-de-nuestra-soberania-alimentaria/
A mi me importa un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.Por eso trabajo en sinergia con una granja ecológica. Quiero dar mi parte, para crear una red social, como basé de creación para un mundo, que sentimos sano.Productos regionales-y más en una isla como Lanzarote- son para mi parte de una solución sana. Estoy asustada de la cantidad de productos fitosanitarios, que he visto poniendo, sin conciencia , no control.
Sembramos el futuro…mi deseo es de apoyarnos en toda la manera para tomar más conciencia y ponerla en acción.
Saludos cordiales desde el Norte de la isla,Haria
Ute
Gracias por tu comentario Ute. Muchas personas trabajamos en la isla compartiendo esa misma filosofía que planteas, pero pocas veces valoramos el trabajo de nuestros agricultores y agricultoras y buscamos la rentabilidad de nuestros bolsillos, quizás porque no somos realmente conscientes de que estamos jugando con nuestra propia salud.